Abstract:
Este trabajo aporta información actualizada sobre las emisiones de gases al ambiente como consecuencia de la elección de modos de movilidad alternativos al vehículo particular en el Área Metropolitana de Mendoza. Los modos de transporte comparados son el autobús, el trolebús y el metrotranvía, dentro del transporte público motorizado (TPM); la bicicleta y la caminata dentro del transporte no-motorizado (TNM). La unidad funcional es pasajero por kilometro transportado. Para estimar la tasa de ocupación del vehículo se han establecido 4 escenarios de ocupación basados en horarios pico o valle, área de cobertura y momento del año. Los resultados están expresados en gramos equivalentes de Dióxido de carbono (CO2Eq) como lo especifica el Greenhouse Gas Protocol. Las emisiones consideradas son: Dióxido de carbono (CO2), Metano (CH4) y Óxido nitroso (N2O).
La importancia de este estudio es que tanto en Argentina como a nivel global el consumo per cápita de energía y la tasa de motorización están en constante aumento. Esto se manifiesta en una creciente movilidad en términos de traslados de personas-km o toneladas de cargas-km anuales asociados a un mayor consumo per cápita. El diagnóstico ambiental sobre la calidad del aire en el Área Metropolitana de Mendoza muestra claramente que las emisiones vehiculares representan la fuente más importante del deterioro de su calidad del aire (Puliafito et al., 2011). Por tal motivo, se espera que los resultados de este estudio pueda motivar a los ciudadanos a cambiar sus hábitos de movilidad, así como también impulsar a los tomadores de decisiones a favorecer proyectos de movilidad con menos impacto ambiental.
Los resultados muestran que si se considera un escenario ideal de ocupación plena según la capacidad de cada medio, los vehículos operados a electricidad poseen emisiones menores. Sin embargo, al comparar TPM con TNM en escenarios de ocupación realistas, las emisiones de los primeros llegan a ser significativamente menores que las de los segundos. Por lo tanto, es imprescindible contar con índices de ocupación que reflejen la realidad del área estudiada. En el caso del ciclismo y la caminata como modo de transporte, el uso de factores de emisión específicos demuestra el alto impacto de la producción de alimentos, que proveen las calorías para estas actividades.